sábado, 9 de abril de 2011

Una Vez

Que sucede con todo aquello que no decimos?, donde van aquellas palabras que nunca fueron ni serán pronunciadas?. Acaso, y digo solo quizás, cada palabra que no se materializa pase a convertirse en una experiencia imposible, en la claudicación de la voluntad.  

"Me da miedo la enormidad, donde nadie oye mi voz".

Cuando la voz explota, cuando el sonido más desgarradoramente animal brota del cuerpo, todo aquello que callamos, toda esa experiencia imposible se transforma en algo eterno, trasciende. No claudicamos.


Glen Hansard interpretando "Say It To Me Now" para la película "Once", en la cual también actua.
MAS INFO: http://www.filmaffinity.com/es/film726030.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Glen_Hansard

4 comentarios:

Unknown dijo...

A veces las palabras calladas se materializan a través del cuerpo, y trascienden al fin.

Esa peli que ranto te gusta, caa vez que me cruzo con un músico callejero me acuerdo de vos, y hay muchos ahora. En el subsuelo de Constitución hay un trío de tango que tocan maravillas, yo estoy enamorada del violinista, un día quizá le diga algo.

¡Abrazo!

YO dijo...

Me quedo un poco confuso esto de las palabras, pero bueno prefiero dejarlo asi a andar retocando.

Que bueno lo de los musicos callejeros te hagan acordar a mi, aunque seguro esos de tango son buenisimos y lo mio era mas tranqui ajjaj.
Suerte con el violinista, a no claudicar
un besote

Daneri dijo...

Para mi cada palabra que uno no dice pesa y se acumula, y por más que el cuerpo hable lo mejor es siempre hablar.
Desde el 2007 hay mucho que no hablo y me volví un poco más emburbujado desde ese entonces, supongo que algunos tropezones que pegué pudieron evitarse.
Ahora estoy tratando de evitar la soberbia y buscar la sencillez y la templanza, suena hippie o religioso ahora que lo releo, pero es verdad, y cuesta.
Y cambiando de tema pero siguiendo con palabras que no se dicen, siempre tuve la fantasía que cada poesía y cada canción que se pensó y no llegó al papel queda guardada en algún lado rastreable, como en un éter al que si uno se reencuentra puede llegar. A lo mejor un día inventé eso para no sentirme un boludo por no llevar papel...
Hoy estoy divagante mal!
Me encantaría que tu amiga directamente y sin hablar le ponga un pico al violinista y siga caminando, muy de película! soltar un impulso es descontracturante valiente y libre.
Si me cuelgo y no vuelvo, por favor pasame a buscar.
Abrazo

R.

YO dijo...

No te preocupes raulo que siempre nos reencontramos