Nunca importo hacia donde iba ni el lugar de partida. El viaje siempre era lo importante. El mate, los cassettes cayendose debajo del asiento, los juegos. Mis ojos se vaciaban en los pequeños pueblos, en las caras de esos personajes recreados por mi mente. El paisaje parecía envolver cada segundo con su propia esencia, dandole sentido a cada gesto, a cada palabra. Debajo, las lineas de la carretera iban dejando cada vez mas atrás aquello de lo que uno huye. Qué es un viaje acaso sino una forma de escape?. De la rutina, del tedio, de la apatía, de las miserias, hasta de la cotidiana felicidad.
Lo triste es que cuando uno llega a su destino, se da cuenta que todo aquello que quizo dejar atrás, viaja escondido en el maletero del coche...
Info: La canción se llama "El Oeste Cercano", del disco "Tiempo y Espacio" (2006) de Antonio Birabent
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